Hay letras que parecen escritas para ser rescatadas cuando notas que la inspiración se te escapa entre los dedos.
Esa inspiración que te hace sentir parte de algo más grande y te ayuda a encontrar el sentido a tu mañana. Letras que me hacen soñar de nuevo sin límites, como cuando era pequeño y ni siquiera me importaba que los sueños a veces… se hicieran realidad.
Letras que huelen a tierra y a naranjos. Letras que desprenden la luz de un atardecer de verano y que visten principios y valores eternos… Pues eso, papá cuéntame otra vez que una mañana por la tarde, si queremos, todo será posible.